La empresa Tifell y el centro de investigación IK4-Ikerlan han desarrollado una caldera de calefacción y agua caliente sanitaria, que funciona con gasóleo C y mezclas de gasóleo C y de aceites vegetales –soja, colza o girasol– e incluso aceite rehutilizado para cocinar. El porcentaje de aceite alcanza hasta el 70%, dando lugar a un combustible más barato y mucho menos contaminante. Las calderas ya están a la venta y Tifell desarrolla junto a otras empresas una planta piloto en Bilbao con resultados superiores a los esperados, tanto en términos de eficiencia energética, como en contaminantes y económicos. El precio de referencia para estos calefactores, revolucionarios en el sector, ronda los 5.000 euros, con una vida media de más de 25 años y un periodo de amortización que no supera los cinco años dependiendo del uso.
Biofell, el nombre dado a esta caldera, surge tras un trabajo de investigación íntegramente alavés, ya que los equipos humanos y técnicos que han participado en su desarrollo pertenecen íntegramente a este territorio histórico. Desde Álava, promete convertirse en una referencia mundial para los sistemas de calefacción.
En Alemania existen ya algunas calderas modulantes y de condensación que funcionan con gasóleo C, pero no con las mezclas de gasóleo C y aceites y con las prestaciones y la eficacia que tiene Biofell, un producto que ya se encuentra en el mercado.
El trabajo conjunto de Tifell e IK4-Ikerlan surge a partir de una investigación sobre el uso del biodiesel en calderas. “Logramos que funcionaran con un 100% de biodiesel, lo que reduce al mínimo nivel las emisiones a la atmósfera.